CABILDO ABIERTO

Cabildo Abierto en defensa de la ciencia en Ushuaia

En el marco de una jornada nacional se realizaron en la ciudad dos actividades para difundir la situación actual del sistema científico y tecnológico.


Imagen: Jeremíass Di Pietro -CADIC

En la mañana gris y lluviosa del miércoles 22 de Mayo, los integrantes del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, CONICET) salieron a recorrer la ciudad de Ushuaia para transmitir a vecinos y turistas la situación crítica en la que se encuentran la ciencia y la tecnología argentinas. La iniciativa se realizó como parte de la Jornada de Cabido Abierto en Defensa de la Ciencia Argentina (Ver más información aquí)

(Para ver la imagen completa hacerle click)

La marcha comenzó a las 10.30 hs en el cartel de Ushuaia y culminó en la intersección de las calles San Martín y Fadul, donde se permaneció hasta las 12 hs. Allí los investigadores y becarios pudieron conversar con los transeúntes quienes brindaron su apoyo y lo plasmaron en fotografías para compartir en sus redes. (Ver fotos aquí)

Por otra parte, a las 15 hs., en el salón Houssay se realizó una conferencia de prensa y debate. En esta instancia se pudo profundizar en las cifras y datos concretos de los tres ejes críticos del sistema científico actual: crisis presupuestaria, derrumbe salarial y deterioro institucional.

 

El Reclamo

La crisis en el sistema científico se centra en tres ejes claves. En primer lugar, existe una situación presupuestaria que ha ido empeorando en los últimos años hasta llegar a una situación límite en la actualidad. El presupuesto total dedicado a ciencia y técnica entre 2013 y 2015 rondó cifras anuales cercanas al 0,35% del Producto Bruto Interno y en 2018 fue del 0,25%. Entre 2015 y 2019 hubo una reducción del 67,2% mientras que el destinado a deuda pública creció al 203,3% en el mismo intervalo.

Dentro del presupuesto general, el rubro dedicado a financiar proyectos de investigación científica se redujo en un 50% del valor real respecto a 2015 y el poder de compra de los proyectos a menos del 25%. Además los fondos de investigación llegan que una demora promedio de un año desde el momento de su aprobación, lo que provoca una parálisis de las investigaciones, de los becarios asignados a dicho trabajo y una depreciación del monto asignado.

La otra pata del eje presupuestario tiene que ver con los gastos de funcionamiento de los institutos que incluyen servicios (luz, agua y gas), seguridad, limpieza y otros. El monto asignado en este rubro en 2018 fue de entre el 20 y el 40% del recibido en 2017 y en 2019 algunos institutos aún no recibieron ningún aporte para estos gastos.

El segundo eje se centra en el problema salarial. Los científicos argentinos son los peor remunerados de toda América Latina. Además, los sueldos redujeron un 35% de su poder adquisitivo desde 2015 por lo que el ingreso mensual que perciben los científicos más jóvenes y gran parte del personal administrativo, está por debajo de la línea de la pobreza.

Finalmente, el eje quizás menos visible pero, no por eso, menos importante, tiene que ver con el fuerte deterioro institucional del sistema científico. En 2018 se eliminó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que se había credo en 2007. También se abandonaron los planes de crecimiento establecidos en el Plan Argentina Innovadora 2020, lo que resulta en una reducción en la incorporación de becarios e investigadores: en 2019 ingresaron sólo el 17% de los aspirantes. Finalmente se viene produciendo desde 2016 una demora en la efectivización de autoridades elegidas por sus colegas para ocupar puestos en el Directorio del CONICET lo que afecta la democracia interna del organismo.

Para conocer más acerca de la situación de la ciencia y la tecnología en Argentina ver Sin ciencia no hay futuro!

Por Mariela López Cordero- Comunicación y enlace CADIC