La mayoría de nosotros, cuando pensamos en un científico, nos imaginamos a alguien más o menos así: varón, blanco, mayor, en el entorno de un laboratorio; un genio con momentos de inspiración, ¿no? Sin embargo, algunos datos nos muestran que los científicos reales, no siempre encajan con esta imagen. Así lo cuenta el video animado “¿Cómo te imaginás a un científico?”, realizado por el CADIC en el marco del Mes del Investigador Científico.
En primer lugar, si bien acceder a un puesto como investigador científico toma unos 13 años de estudios y formación previa, como mínimo, la mayor parte de los investigadores son bastante más jóvenes de lo que creemos. En el CONICET, a nivel nacional, sólo el 9% de los investigadores es mayor de sesenta, mientras que casi la mitad están en sus “cuarentis” y un cuarto de ellos son apenas treintañeros. En el CADIC, por su parte, el 14% no sobrepasa los 39 años, el 59% tiene entre 40 y 49, el 17% entre 50 y 59 y sólo el 10% tiene 60 o más.
Por otra parte, esto de investigadores y científicos, bueno… es un tanto engañoso ya que más de la mitad de la planta científica está ocupada por mujeres. En el CONICET la planta femenina representa un 53,80% son mujeres y en el CADIC el 53,4%.
Y el guardapolvo, los tubos de ensayo, el microscopio... en realidad eso tampoco es tan así. Primero porque gran parte del trabajo ocurre frente a una computadora, pero además, porque la diversidad de disciplinas que abarca la ciencia, hace que las investigaciones transcurran, a veces, en laboratorios, pero otras tantas a cielo abierto, en el bosque, el mar, las ciudades, las fábricas. La ciencia está en todos lados y la investigación también.
En el CONICET se da una distribución equitativa, entre las cuatro grandes áreas de investigación y una representación muy baja en tecnología (3%). En el CADIC, por su parte, los laboratorios se distribuyen mayoritariamente en Ciencias Biológicas (52,5%), seguido por Ciencias de la Tierra, el agua y la atmósfera (19,7%), Ciencias Sociales (18%) y, finalmente, Ciencias Agrarias (9,8%).
Además, la ciencia no proviene sólo de las grandes metrópolis y países centrales. Los centros de investigación en el país se distribuyen por todo el territorio y quienes hacen ciencia provienen de todas las provincias e, incluso, de otros países. En el CADIC, hay investigadores de diversos puntos de Argentina y, también, de otros países como Estados Unidos, Austria y España.
Por último, la ciencia no es una revelación que aparece por inspiración de algún genio. Cada nueva investigación toma años de trabajo, con aciertos y errores. Tampoco se hace en soledad, se apoya en el trabajo de las personas que la precedieron, pero además, se hace siempre en equipo. El CADIC, creado en 1969, está compuesto actualmente por 15 laboratorios, algunos de los cuales vienen investigando hace más de 50 años.
Y ahora, ¿cómo te imaginás a un@ científic@?
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Por Mariela López Cordero
