El Laboratorio de Ecología, Fisiología y Evolución de Organismos Acuáticos investiga temas fisiológicos, de historia de vida y evolutivos relevantes para entender a los organismos que viven en los ambientes acuáticos subantárticos, tanto autóctonos como invasores.


En el Laboratorio de Ecología, Fisiología y Evolución de Organismos Acuáticos (Instagram: @lefye.cadic) se investigan temas ecológicos, fisiológicos, evolutivos y comportamentales relevantes para entender las historias de vida de los organismos acuáticos, su estado y distribución actual, y potenciales efectos de futuros escenarios de cambio climático. La localización geográfica del canal Beagle, conectando los Océanos Atlántico y Pacífico, y su proximidad con el Océano Austral, hacen que la fauna local sea una conjunción de especies provenientes de tres orígenes distintos (atlántico, pacífico y antártico). El canal es un laboratorio natural para investigar las interacciones entre estos organismos y las características ambientales y genéticas que limitan la distribución de las distintas especies. Por otro lado, en la isla Grande de Tierra del Fuego se encuentran las poblaciones más australes del planeta de muchos organismos acuáticos de agua dulce, por lo cual muchas de sus poblaciones presentan características únicas.
Este equipo de especialistas trabaja con distintos grupos de animales, principalmente peces y equinodermos. Algunos de ellos habitan cuerpos de agua dulce (ríos, arroyos, lagos y lagunas) y otros en el mar (canal Beagle, costa atlántica, regiones oceánicas subantárticas como las Áreas Marinas Protegidas Namuncurá-Banco Burdwood, Yaganes, y antárticas (Caleta Potter, Isla 25 de mayo). Se investiga tanto en el campo como en condiciones experimentales, sus características poblacionales tales como ciclos reproductivos, desarrollo, crecimiento y estructura genética; características funcionales como la natación; distintos procesos fisiológicos como el metabolismo aeróbico y oxidativo, el balance energético y la tolerancia y preferencia térmica; y también características de distintos órganos y tejidos, mediante técnicas histológicas y bioquímicas. Todo ello en relación con el ambiente que habitan, y en un contexto de cambio climático, contaminación antrópica y pesquerías. Esto permite conocer cómo las condiciones ambientales cambiantes (por ejemplo, el aumento de la temperatura y acidificación del mar) afectan y condicionan sus respuestas en el corto y largo plazo, de manera estructural, funcional, fisiológica y evolutiva.

Algunas de las especies con las que el laboratorio trabaja son:

Peces: Nototénidos (Eleginops maclovinus, Patagonotothen tessellata, Paranotothenia magellanica, Harpagifer bispinis), liparidos (Careproctus pallidus), pejerreyes (Odontesthes nigricans y O. smitti), salmónidos (Oncorhynchus tshawytscha, O. kisutch, O mykiss, Salmo trutta, Salvelinus fontinalis), Galáxidos (Galaxias maculatus y G. platei), lampreas (Geotria macrostoma)
Echinoideos: Loxechinus albus
Asteroideos: Anasterias antarctica, A. pedicellaris, Asterina fimbriata, Ceramaster patagonicus, Cosmasterias lurida, Ctenodiscus australis, Cycethra verrucosa, Diplasterias brandti, Diplodontias singularis, Diplopteraster verrucosus, Ganeria Falklandica, Glabraster antarctica, Henricia obesa, H. studeri, Hippasteria flaklandica. Labidiaster radiosus, Odontaster penicillatus, O. meridionalis, Peribolaster folliculatus, Solaster regularis, Tremaster mirabilis.
Gasterópodos: Nacella deaurata y N. magellanica.
Ascidias: Cnemidocarpa verrucosa
Bivalvos: Tawera gayi y Retrotapes exalbidus

Redes de las que forma parte:

Red Latinoamericana de Acidificación del Océano (LAOCA)
Red Científica de Plásticos y Microplásticos en el Ambiente (SEPIA)
Red Iberoamericana de Equinodermos (RIE)