DÍA DE LA ANTÁRTIDA ARGENTINA

El CADIC refuerza su compromiso en el ejercicio de soberanía desde la ciencia, en el 119° aniversario de la Antártida Argentina

Como todos los años, el 22 de febrero es una fecha de gran relevancia para nuestro país, ya que se conmemoran 119 años de permanencia ininterrumpida en el continente antártico, ya que en 1904 fue inaugurado el Observatorio Meteorológico en la Isla Laurie, Orcadas del Sur, que luego sería la Base Orcadas.


Foto actual de la Base Orcadas en verano. Gentileza Cancillería.

Por su ubicación en la región austral y el enclave estratégico en la ciudad de Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) es el centro de investigación en ciencia y tecnología con actividad permanente más próximo al continente blanco, reconocido internacionalmente por la excelencia e importancia de sus trabajos multidisciplinarios en torno al territorio austral y antártico.

Luego que aquel primer hito de la ciencia nacional, a comienzos de la década del 50 el Estado creó el Instituto Antártico Argentino que permitió un desarrollo de la investigación científica con mayor profundidad y constancia. Aún más, con la firma del Tratado Antártico, suscripto por Argentina junto a una docena de países, la ciencia se constituiría a nivel internacional en la clave para la gestión pacífica de ese territorio. Ello consagró a la superficie de la Antártida como un lugar que, por su peculiar biodiversidad, debía ser casi exclusivo para la exploración científica.

E. Olivero en el sitio del hallazgo de Antarctopelta oliveroi sosteniendo fragmentos de huesos preservados en la roca. 1988, isla James Ross. Foto: gentileza investigador.

Desde sus comienzos en 1969, y hasta la actualidad, el CADIC se vincula con el continente blanco desde la tarea de muchos de sus referentes: uno de los descubrimientos de mayor relevancia fue el del investigador superior Eduardo Olivero, quien identificó los primeros restos fósiles de dinosaurios hallados en la Antártida en 1986. Este hallazgo tuvo impacto mundial, ya que permitió comprobar que, tal como esperaban los paleontólogos desde hacía tiempo, este grupo de animales prehistóricos había vivido en todas las grandes masas terrestres del planeta. Pero, además, fue una muestra contundente de que, como preveían los geólogos, la Antártida había estado unida a lo que hoy es Sudamérica. Desde entonces, las actividades científicas en torno al continente blanco se han ampliado y diversificado. En la última década, se inició en el CADIC una línea de investigación sobre Relaciones Internacionales en temas ambientales, sostenida principalmente por el investigador adjunto Cristian Lorenzo. Una de sus derivaciones es el desarrollo del Programa de Políticas Antárticas, que analiza la gestión de dicho territorio en el ámbito del Sistema del Tratado Antártico durante los últimos veinte años.

Actualmente, el CADIC, junto al Instituto Antártico Argentino (IAA-MRECIC); la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF); la Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional Tierra del Fuego (UTN-FRTDF); el Instituto de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP); la Administración de Parques Nacionales (APN); el Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y la Municipalidad de Ushuaia, integran el Centro Interinstitucional en Temas Antárticos y Subantárticos (CITEAS) iniciativa que encabeza el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, dedicado, entre otros objetivos, a generar conocimiento sobre los ecosistemas marinos y terrestres de la Antártida orientado a colaborar en la disminución de los efectos del cambio climático y cuidar las riquezas naturales.

Al cierre de ésta nota, el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, brindaba un discurso por cadena nacional desde la Base Marambio destacando "la continuidad de 119 años de presencia permanente e ininterrumpida de la Argentina en el continente antártico". Habló sobre el trabajo que se lleva adelante allí, hombres y mujeres que a partir de la actividad científica, desempeñan desde principios del siglo XX un verdadero acto de soberanía.